El duelo en los niños

Lic. Giselle Velez para www.eraenabril.org

   La internalizacion del concepto de la muerte como la concebimos los adultos se produce en los niños alrededor de los 8 o 9 años, variando en cada personita. Haya sido vivenciada de cerca o no, antes no puede ser siquiera pensada con el concepto de finitud que esta acarrea, ya que la noción temporo espacial se encuentra inmadura en niños de menor edad.

   Es en este periodo donde se resignifican las muertes que hayan ido ocurriendo alrededor del niño, produciendo un monto de angustia importante que es necesario y saludable drenar. Cuando digo drenar un sentimiento tan complejo como la angustia, lo mejor seria que lo pudieran colocar en palabras, llorar al ser que partió, y finalmente recordarlo con una sonrisa. Toda esta teorizacion del duelo, generalmente es muchísimo mas larga de lo que se tarda en leerla, y no siempre ocurre de este modo. Dentro de estos parámetros pueden ocurrir síntomas no esperados, señal de un claro duelo patológico, paradas en el camino que en verdad obstaculizan el normal desarrollo de este proceso. La familia que acompaña al niño, debe estar muy atenta a estas pequeñas señales que se empiezan a delinear en el comportamiento y rápidamente solicitar ayuda si fuera necesario, o si la situación escapa a su manejo.

    Es necesario recordar que la familia también se encuentra en duelo, por lo tanto, y para sostener al pequeño en su propio dolor, ellos deberán ser fuertes y tener respuestas (desde la religión o desde donde cada familia lo explique) tranquilizadoras y contenedoras para brindar al niño cuando este las requiera.

    Cuando la muerte sucedió anteriormente a la edad de 8/9 años del niño, esta se reactualiza frente a la nueva mirada que el menor brinda a esa vieja situación. Es decir, para ejemplificar, si un niño pierde a alguien a la edad de 4 años, aunque se lo hayamos explicado y aparentemente el tema quedo claro para el en ese momento, es muy probable que en el momento que la muerte se comprende en toda su magnitud por ese mismo nene, la vieja situación cause temor, angustia y hasta otros problemas mas importantes. Entonces, a menudo se presentan en el consultorio casos de niños duelando una muerte acaecida 4 o 5 años antes del momento de la manifestación de la angustia y la percepción de los padres como síntoma que amerita la consulta con un profesional. Normalmente los síntomas que aparecen son:

  • –          Insomnio
  • –          Terrores nocturnos
  • –          Fobias a dormir, a la oscuridad
  • –          Miedo a las películas de miedo, a los ladrones, al noticiero (y al mismo tiempo una curiosidad imposible 
  •             con dominar por ellos que los incita a “espiarlos”)
  • –          Miedo a la muerte
  • –          Enuresis o encopresis ( en casos mas graves)

    Los niños espían situaciones que culminan en la muerte para tratar de comprenderla, de mirar se aprende dicen, y eso se aplica en estos casos también

    Un párrafo aparte merece el duelo que los niños realizan frente a la muerte de un par (hermano, primo, amigo o cualquier persona de edad similar a ellos o menor). La resignificación sucede igual a igual edad, pero este tipo de duelos, crece con ellos, cambia y no se cierra a lo largo de la vida. Cada vez, el hermano o niño ausente, faltara en diferentes situaciones, en la infancia, en la adolescencia, en la adultez, la visión de la muerte del pequeño será distinta y dejara montos de angustia de manera permanente que, si el niño es psíquicamente saludable y sus defensas psicológicas funcionan de manera adecuada y con la contención suficiente, se resolverán de manera favorable, siempre.

 (Este texto es propiedad de su autora y de Era en Abril. Queda prohibida su reproducción total o parcial excepto citando autora y fuente que publica: www.eraenabril.org Grupo de ayuda mutua para padres que han perdido a sus bebés en el embarazo, parto o después de nacer)