Navidad, Año nuevo… fechas demasiado especiales donde las ausencias se hacen más presentes que nunca y donde el corazón suele extrañar un poco más a aquellos que se fueron antes de tiempo

Para transitar estos momentos queremos compartir con ustedes esta carta escrita por el Dr. Juan Carlos Bianchi, médico psiquiatra y papá de Martín, quien partió en forma repentina en el año 1990.

 

BRINDEMOS POR ELLOS

Se escucha un villancico… La vida continúa… La calle tiene un clima distinto…

La gente se atarea preparando las celebraciones. Papá Noel está plantado en las vidrieras cerca de un árbol navideño.  Al lado, un turrón junto a un rollo para envolver regalos y a tarjetas que auguran felicidad a sus destinatarios

– ¿Qué sucede? ¿Acaso ignoran nuestro dolor? ¿No saben que éste año no hay nada… nada que festejar?

No te enojes… No te sientas impotente… No te montes en tu bronca, simplemente ellos tienen la fortuna de no conocer la dolorosa experiencia que vos y yo compartimos.

Respetan nuestra pena; pero no saben a ciencia cierta qué hacer para ayudarnos. Somos nosotros entonces  los que debemos comprenderlos.

El camino del duelo está poblado de primeras veces… Y en vísperas de este primer fin de año debes tomar la difícil decisión… Cómo y con quién pasarlo.

Tal vez tu impulso inicial sea aislarte, meterte en un pozo, buscar pastillas que te permitan dormir las fiestas y despertar en enero. La experiencia de los que tienen duelos más lejanos, lo puede corroborar no le ha servido a nadie!!!

Debes afrontar con valores de actitud. ¿Qué son los valores de actitud?

Simplemente las actitudes positivas, las que apuntan a la vida… Tratar de superar tu dolor solitario, a veces egoísta y levantar la mirada hacia los seres queridos que felizmente están a tu lado. Ellos necesitan de tu presencia para compartir contigo su nostalgia y su dolor.

Si no lo haces… No podrás dejar atrás esta primera vez. Y el almanaque, implacable, en doce meses volverá a hacerte esta pregunta…

No postergues… Alguna vez deberás dejar el pozo  y salir de él para decirle: “Sí a la vida, a pesar de todo”

No desaproveches esta oportunidad… No te dejes manejar por tu ansiedad anticipadora, ese sentimiento que nos invade en las vísperas de los acontecimientos difíciles, llenándolos de perspectivas estratégicas. Estoy convencido, que si logras encontrarte con actitudes positivas… El echo será menos doloroso de lo que imaginas

Hace casi cuatro años… Cuando tal vez, vos preparabas con alegría tus fiestas… Yo afrontaba mi primer fin de año sin Martín. Estaba en un pozo similar al tuyo, o en el mismo pozo… Me hubiera gustado recibir una carta, me hubiera servido. Es por eso que te escribo

Tal vez el año próximo… Cuando saliendo de tu protagonismo,  aflore tu necesidad de dar. Te surja el impulso de escribir una carta similar para nuevos compañeros que lamentablemente conoceremos. Compañeros que hoy posiblemente estén preparando con alegría sus fiestas. La vida continúa, y en este tiempo circular los ciclos se repiten.

Ya comienza la ajena algarabía… Alzo mi copa… Te miro a los ojos… Brindo contigo… Y en silencio…BRINDEMOS POR ELLOS !

 

 

Dedicado a las mamás y papás de «Era en Abril»

Y muy especialmente a aquellos pares que afrontan su primera Navidad y Primer Año nuevo sin la presencia física de sus hijos